Valencia es puerto base de redistribución de la carga, pero deberá ajustar los costes de su estiba si quiere seguir manteniendo la competitividad.
Kim Riisom, director comercial de Noatum, apuntó al diario Valenciaplaza que el puerto valenciano vive un momento crucial en su historia. En este sentido, Riisom especificó que si una ligera reanimación del comercio mundial tuviera lugar su posición sería más fuerte frente a sus competidores en el mediterráneo: Algeciras, Marsaxlokk, Giogia Tauro, Cagilari, Tánger, y Sines.
El director comercial comentó que en los próximos dos años “se espera un gran crecimiento en los mercados”, y concretó que la puesta en funcionamiento de los megabuques puede tener consecuencias imprevisibles. Pero respecto a las previsiones del aumento de carga Riisom subrayó que la situación será de “menos salidas y mayor concentración”.
Por otro lado, el director estimó que Valencia podría pasar de tener 21 ó 22 salidas semanales entre Asia y el Norte de Europa a entre 14 o 15.
Respecto a la estiba, y a los problemas derivados de los costes portuarios, Riimson parte del análisis de que la mayoría de estos seis puertos competidores tienen hasta un 50% más barato el coste de su estiba, lo que podría llevar a MSC trasladar su base Hub fuera de Valencia, como por ejemplo a Tánger.
El coste de desembarcar y embarcar un contenedor en Valencia ronda los 65 euros frente a los 45 o 50 de Algeciras. La mano de obra es el factor más influyente en la fluctuación de los precios, ya que el salario de los estibadores representa el 60% del coste total de mover cada contenedor, mientras que el otro 40% corresponde a tasas portuarias o a la armonización de la maquinaria.
La diferencia es más acusada si se compara con enclaves como el italiano de Giogia Tauro, con un precio de 31 euros, similar a la del puerto portugués de Sines. El objetivo radica, según el puerto de Valencia en que se recorte al menos un 15% el coste, quedando así en 55 euros.
“Para ser un gran Hub se necesitan tres cosas: La primera regularidad. Trabajar 24 horas 360 y pico días al año”, remarcó Riistom. “La segunda estar cerca de las principales rutas y en tercer lugar los costes”, añadió, insistiendo en el dato de que Valencia resulta un 50% más caro.