REVISTA PUERTOS Y NAVIERAS - 15/03/2017
Los puertos votan mañana, crisis, huelga o IMSERSO estibador.
Retirar a 1.500 estibadores.
La oculta negociación de la estiba.
El IMSERSO estibador.
Mañana los puertos decidirán un nuevo episodio de la reforma de la estiba. El Gobierno está decidido a presionar hasta el último minuto y ayer a última hora el ministro de Fomento volvió a lanzar un comunicado oficial pidiendo responsabilidad a los partidos. A las 9 el jueves 16 está en el orden del día. Coordinadora emitió otro denunciando la negociación a sus espaldas. Mientras el Ministerio de Empleo filtra y desmiente el plan para prejubilar a 1.500 estibadores, con más dinero. Crecen los rumores.
Nadie se puede creer el paripé de negociación que se lleva con respecto a la estiba y que tanto reclaman todos, los partidos políticos, Gobierno, asociaciones sindicales y empresas; sea la serie de reuniones semanales que se están dando. Una a la semana y breves. Estas reuniones que parecen de club de bridge de viejos jubilados ingleses, que se reúnen una sola vez a la semana en una partida, en la que ninguno enseña las cartas y se levanta antes de hacer el recuento de la partida no puede darse por la negociación que está en marcha. La que produce comunicados y contra comunicados.
La negociación en marcha es una más clara que sobre el dinero que se tiene que poner encima de la mesa para retirar a muchos estibadores y de paso dicen a la cúpula del sindicato de estibadores, hacer una limpieza, satisfacer almas, y dejar el censo de estibadores en una cifra más acorde con las necesidades de las empresas en cuanto se apliquen unos métodos de trabajo más eficaces y acordes a los tiempos. 1.500 menos. Esa negociación oculta es la que importa.
Así, a pesar de que Anesco y los sindicatos se reúnen en un diálogo no ya de sordos, sino de mudos, porque nadie habla, o a lo sumo lo hacen los abogados de las partes, con la asistencia del mediador del Gobierno el presidente del Consejo Económico y Social, Marcos Peña, que también actúa de estatua de sal.
Los síntomas de la negociación están en el tira y afloja entre los ministerios a ver quién pone más. El Ministerio de Fomento llegó a lograr que el Estado asumiera los 20 días por año, los famosos 350 millones de euros. Además, con la condición de que no fuese la deuda del Estado y lo pagase la tesorería de Puertos del Estado y de los puertos individualmente.
Pero se necesita más dinero y ese dinero hay que sacárselo a la andaluza Fátima Báñez. Y es que todos van a Fátima como quien fuese a la Virgen portuguesa.
El tema está en obtener otros 300 millones que ya serían 600 y confeccionar un listado de unos 1.500 estibadores a prejubilar.
Prejubilar es un decir, porque en este caso hay que retirar del mercado a unos 1.400 estibadores cuya edad media es de 48 años, es decir, hay que prejubilar siete años antes de la edad que marca el régimen de trabajadores del mar que es al que están adscritos los estibadores, que es a los 55 años.
Tal salto triple mortal va a necesitar para escamotearle al resto de la sociedad semejante IMSERSO multimillonariamente pagado con el concurso de todos los partidos políticos.
En un momento en el que las pensiones están decididamente en quiebra, que el Estado suelte 500 o 700 millones para mandar a Marina D'or a 1.500 estibadores con chalé incluido, va a necesitar mucha palabrería.
Pero esa es una de las salidas, que la cúpula y la mayor parte de la creme de la creme de los estibadores vea su salida, si no inmediata, en el plazo de dos o tres, o cuatro años por la puerta grande con un bonus de salida y un plan de pensiones. Cosa que no está nada mal aunque no sea como los planes de pensiones de los banqueros, pero vista la vida laboral que han llevado entre 20 y 26 años de cotización y lo que les espera, no es poco.
Esa es la verdadera negociación que al final dejará pasmados, primero a los estibadores que se van a quedar detrás, unos 4.000, a la sociedad portuaria, a las empresas, a los funcionarios y el resto del Estado, pero que parece, según dicen los entendidos, es el único camino posible para lograr que haya paz portuaria.
Coordinadora teme que se rebelen las masas y se distancia. Dice que no está negociando eso. Pero ¿que hay de los bufetes de antaño tan cercanos a la estiba, los que recogían las nueces que caían del árbol portuario cada vez que Coordinadora lo agitaba, han desaparecido? Y por la patronal están bien pertrechados de sus Garrigues & Co.
Es decir no hace falta negociar directamente, por el bonus puede que haya hasta media docena de bufetes negociando.
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