Los fletes de buques petroleros continúan bajando de forma lenta pero progresiva en todos los sectores, tanto en crudo como en el llamado "limpio", llegando a ser las más bajas en lo que va de año. Por ejemplo, los fletes de buques VLCC entre el Oriente Medio y el este se sitúa ya en unos 10.000 dólares.
El verano suele ser una época baja para el transporte de petróleo, por eso los precios suelen bajar. Sin embargo, este año la demanda es mucho más baja por diversos motivos y eso está afectado a las expectativas de la industria y el transporte marítimas. De hecho, las navieras temen que estos precios tan bajos puedan afectar de alguna manera a las entregas de nuevos buques, muchas fijadas para el segundo trimestre.
Otro asunto que tiene en vilo al sector es que estas ganancias menores puedan afectar a la entrega de efectivos a las empresas subsidiarias o filiales, ya que el sector del transporte marítimo está muy dividido en ese sentido y si las matrices no cumplen las expectativas esto puede afectar a las empresas filiales, aunque estas den beneficios.
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