REVISTA PUERTOS Y NAVIERAS - 06/09/2018
José Blanco dio “barra libre” a Coordinadora
Por Enrique Arraiz-Curbelo.
Después del parón veraniego se inicia el segundo semestre del año de nuestra economía con datos que disparan el optimismo cuando en realidad la situación aconseja prudencia ante los numerosos desafíos que aún quedan por resolver.
De cara a los puertos españoles, la principal patronal de la estiba ha fijado sus prioridades de cara la necesidad de que se complete y mejore el marco jurídico del sector de la estiba, así como el avance en la negociación colectiva sectorial estatal, objetivo, este último, poco claro en mi opinión.
El gobierno por su parte condiciona sus decisiones para la reforma del sector portuario, a la sanción que impondrá en breve la CNMC, que doy por sentado, pondrá en peligro cualquier acuerdo entre empresas y trabajadores. Como ya dije hace año y medio, éste asunto acabará ante los tribunales y razones no faltan.
La desaceleración generalizada de nuestra economía en todos los indicadores coyunturales, a palabras de su ministra de economía, es otro factor de riesgo para el colectivo de estibadores.
El ejecutivo de Pedro Sánchez gana tiempo creando una comisión interministerial que “abordará” la situación de la estiba. Resulta incomprensible cuando ya existía esa comisión desde que se conoció la sentencia del tribunal de Justicia de la UE allá por el 2014.
La cuestión de fondo es, qué impide culminar tanto la reforma del modelo portuario como la digitalización del sistema productivo; pues la respuesta es muy sencilla. Por parte de los estibadores y su sindicato mayoritario, Coordinadora; se esperaba contar con el apoyo de aquellas fuerzas políticas contrarias al gobierno de Mariano Rajoy.
Por qué; porque no había intención de cambiar nada. José Blanco dio “barra libre” a Coordinadora en 2008 ante la imposibilidad de cumplir lo prometido, ahí se originó el caos que hoy sufre la estiba siendo las empresas especialmente perjudicadas cuando se transformaron en SAGEP, pero, sin lugar a duda, los grandes perdedores serán los propios trabajadores.
En los puertos españoles se preocupan más por las estadísticas que por los objetivos a alcanzar. Así tenemos que cuando los puertos crecen, nos congratulamos por ello cuando en realidad, se debe mantener el esfuerzo para seguir mejorando, es decir, falta discreción. Pero cuando la actividad portuaria pierde fuelle, se intenta maquillar los resultados para evitar responsabilidades.
Debemos recordar que cuando la economía española crecía al 3 por ciento, el coordinador general de los estibadores, Antolín Goya, afirmaba ser responsables de ese crecimiento cuando en realidad, la aportación de los puertos al PIB es del 20 por ciento en su conjunto, no generada por la actividad de los estibadores en exclusiva.
El Puerto de Las Palmas por su parte, ha retrocedido desde junio cuando se mantuvo en alza durante casi dos años, según la Autoridad Portuaria de Las Palmas. Las vacaciones estivales han provocado en el Puerto de Las Palmas un verdadero caos en campañas anteriores ante la falta de mano de obra.
El 70 por ciento de la actividad en el recinto portuario de Las Palmas es generada por Opcsa (Operaciones Portuarias Canarias SA), la mayor terminal a este lado del Atlántico, hoy en manos de MSC. Los picos de actividad se centran entre viernes y domingo, siendo el momento de mayor ocupación en todo el Puerto de Las Palmas.
Es justo donde ganan los estibadores y pierden las empresas o en realidad, los consumidores. Solo el 20 por ciento de los movimientos de Opcsa tienen como destino el archipiélago, el resto hasta un 80 por ciento, tienen como objeto el trasbordo de contenedores de MSC.
Las navieras se han programado con antelación para evitar que el parón veraniego afecte a la sincronización de sus rutas, por tanto, evitarían no solo el Puerto de Las Palmas, también los puertos más conflictivos de España, puede ser la explicación más lógica a la caía de los tráficos.
Por otro lado, la Federación Canaria de Empresas Portuarias FEDEPORT, demanda más inversiones para mejorar la competitividad del puerto y la pregunta es, qué ha hecho Luis Ibarra durante sus siete años de mandato al frente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas.
FEDEPORT pide a Chacón un modelo de futuro para los puertos de Las Palmas, señalaba en los medios de comunicación locales, significa que el sistema portuario español debe seguir bajo el paraguas protector del Estado para garantizar su competitividad como antaño.
Pura contradicción cuando para garantizar la competitividad del sistema de gestión de los puertos, debe privatizarse como un aval de transparencia y eficiencia, igualmente deben ser las empresas las que inviertan en infraestructuras a cambio de protección jurídica por parte de las administraciones públicas implicadas.
La economía española arranca este último periodo del año a la baja, significa que Coordinadora tendrá que lidiar, no solo con Anesco en la mesa de negociación además, el gobierno no tiene mucho margen para dar concesiones a un colectivo que supera en ingresos a otros sectores profesionales no cualificados.
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