El Ministerio de Fomento y la Unión Europea han seguido muy de cerca estos cuatro meses de conflicto entre patronal y sindicatos.
Aunque el Gobierno aprobó el Real Decreto Ley de reforma del sector, desde el Gobierno siempre afirmaron que el acuerdo y las negociaciones se debían llevar a cabo entre las empresas y los trabajadores, representados por la patronal Anesco y la organización sindical Coordinadora, respectivamente.
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, celebró el acuerdo alcanzado entre ambas partes. Un acuerdo que pone fin a las huelgas intermitentes y da visibilidad a la salida de un conflicto que ha provocado pérdidas considerables a los puertos.
De la Serna aseguró que ahora, la función del Gobierno es “velar porque se cumpla la legalidad vigente”. El convenio deberá adaptarse a la reforma aprobada en el Congreso y a la normativa europea. “Las autoridades europeas están también atentas a que cuando se cierre el acuerdo cumpla la legalidad”, declaró el ministro en un desayuno informativo en Andalucía.
Por ahora, patronal y trabajadores han acordado la subrogación de los estibadores y la rebaja del salario un 10%, además de la organización y nuevos turnos de trabajo para mejorar la competitividad de los puertos.
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