REVISTA PUERTOS Y NAVIERAS - 14/02/2018
Editorial

Los puertos españoles viven de espaldas a la huerta del mundo, mundial.

La realidad del transporte de fruta y verdura desde nuestros puertos.


La realidad es que a pesar de ser el mayor exportador del mundo de fruta y verdura ni nos lo creemos, y seguimos actuando al margen. Es el pecado original del complejo de inferioridad de los españoles. Cuando se encuentra a un californiano que no sea de los de “Silicon Valley”, lo primero de lo que presume es que sus nueces son más grandes que las nuestras, sus almendras también y sus fresas ya no digamos. La realidad es que para almendras buenas las españolas, las fresas que ellos producen simple y llanamente porque van bastante por delante de nosotros son una sosería en cuanto a características organolépticas que, quiere decir sabor y color.

Como este pecado está extendido porque ser agricultor en España es un poco ser considerado un paria pues no nos lo creemos, y es normal que no se lo crean nuestros puertos. Nuestros puertos, puede decirse aquello que se decía España, que vivía de espaldas al mar, ahora tenemos excelentes puertos y  viven de espaldas a la huerta del mundo mundial.

Esa es la realidad que se constata en la Feria Fruit Logistica de Berlín. Un escaparate apabullante a pesar de que la nuestra, en Madrid ya es muy importante, pero allí hay una variedad asombrosa.

Es curioso que una feria donde lo que se exponen son frutas y verduras a vender se llama Fruit Logística; es decir, la enorme importancia que los exportadores y agricultores de todo el mundo le han dado siempre a esto, a la logística, a poder vender en mercados que no sean locales.

Esa es otra gran verdad que los puertos y las autoridades españoles ignoran.

La presencia de los puertos españoles en Fruit Logística aparte del de Barcelona que ha estado yendo mucho tiempo, la presencia allí se debe a esa inquieta directiva de Puertos del Estado que todo el mundo pensó que era una enchufada cuando llegó y que es la responsable de llevar a los puertos allí cada año. La realidad es que su ímprobo trabajo llega a donde llega que es poner mesa y mantel y acogida a los puertos.

De 54 presidentes y directores de grandes puertos del Estado, solo asistieron a Berlín, 4, dos presidentes y dos directores.


Es doloroso, pero en esta edición se ha comprobado una vez más que vivimos de espaldas a la huerta del mundo.

Es lacrimoso ver cómo un alto directivo intenta explicar al presidente de una autoridad portuaria qué es el ro-ro, no acompañado. Pero bueno, esto le puede pasar a un presidente que acaba de llegar o a un alto funcionario que tan pedagógicamente explica algo de lo que no está muy seguro de dominar tampoco aunque lleve décadas. El problema es salvo excepciones el desinterés del resto.

No estamos orgullosos de nuestra agricultura. A pesar de que alguien diga que hacemos algo mucho más difícil que fabricar BMWs.

Ser agricultor no está de moda en ningún sitio, ser exportador un poquito más a pesar de tener exportadores tremendos, pero que parece que no se les ha caído el pelo de la dehesa y siguen siendo un poco rústicos, la realidad es que conforman un sector avanzadísimo en variedades y sufridor.

Puertos del Estado está satisfecho con las cifras que da, sabiendo que las cifras son verdaderamente para echar a llorar.

La culpa la tiene como siempre eso del camión que todo lo lleva y que claro es imposible luchar contra él, es verdad. Pero lo que estos dicen no saben por qué lo dicen, porque lo que le ocurre al camión es que aparte de muy barato es que es muy muy flexible y los mercados se han adaptado a ellos.

Lo que no saben y por tanto no pueden decir es que el sector agroindustrial español y en general en el mundo está sufriendo una transformación enorme.

Esa transformación deriva de un aumento del surtido y de la cantidad y variedad de frutas y verduras disponibles al consumidor que hacen que este sea un ser caprichosísimo que quiere fresas en noviembre, papayas en agosto, aguacates todo el año y ya no digamos otras variedades exóticas.

Desde que descubrimos el frío mucho de ello es posible, pero ahora todo eso se ha acelerado y, ¿qué está ocurriendo con el transporte marítimo? Pues que se lo está comiendo, aunque en este caso las cantidades todavía no sean enormes, el transporte aéreo.

Le está pasando al marítimo un poco como le pasa a la paquetería, que ahora el comercio electrónico está haciendo que los productos de consumo que se mandan de China, no ya digamos un iPhone de 900 euros que se lo puede pagar, sino cualquier baratija como gafas a 5 euros, vienen por avión; es decir, ha explotado tanto el avión como para que los propios de carga aérea no se expliquen este aumento de demanda.

Pues de la misma forma que para mandar 3.000 gafas de sol uno no espera al contenedor de la Maersk y lo manda por avión, con la fruta y la verdura está pasando lo mismo, y está pasando lo mismo porque los puertos y las navieras son ineficaces en este sentido, en este caso hay que adjudicarle también a las navieras que como esto del refrigerado es complicado, con muchos siniestros, seguros complicados, pues se han centrado en aquellas variedades de fruta y verdura como los kiwis; todo aquello que podría viajar eternamente en un contenedor, es decir, que puede aguantar dos meses en el contenedor.

Ahí se han centrado los esfuerzos con atmósferas controladas, además de frío.

Pero también ha habido ahí unos monopolios, ha habido una dificultad para que haya hubs, es decir, haya nodos logísticos para las navieras que se podían especializar en esto, les han hecho imposible la vida las navieras de los contenedores a las navieras especializadas en la fruta y la verdura; bueno, han acabado cayendo en sus manos como en el caso de Hamburg Süd al hacerse Maersk con ella. Ahora igual lo ven.

Como por otro lado la venta de los activos de Maersk de refrigerado a CMA CGA, permitirá que esta por ejemplo refuerce con Sudamérica, un mercado importantísimo para España.

Porque aquí llegamos a un hecho incontestable y es que España está pasando de la agricultura primaria y secundaria a la terciaria de los servicios, es decir, España tiene que tener futuro como nodo de mercancías agrícolas para el resto de Europa, y cuando hablamos de Europa es Europa y Rusia, y también el Oriente Medio.

Con el ascenso de África y su despertar, España también tiene que ser un punto de movimiento de mercancías, y ¿qué pasa?

Pues que nuestro puerto de Algeciras que es un especialista en perder ocasiones y oportunidades
también las está perdiendo o las perdía en este tema, si no es por el callado trabajo de gente como Agromerchants y ahora el Grupo Alonso con polos de refrigerado y congelado sería difícil aprovecharlas, pero ese es un ejemplo de cómo un puerto puede hacer mucho más si se interesa por esta mercancía especializada.

En Sines, Portugal, se mandan las famosas ciruelas españolas de Extremadura a los brasileños y  entra fruta por ahí pero Algeciras no se puede refugiar en que por él entra mucha fruta y verdura de Marruecos, sí claro, le entra pasivamente en los trailers y los camiones a los cuales por cierto les hacen un poquito la vida imposible; es decir, que lo único que ha puesto son los muelles, y allí se las ventilen las navieras con los camioneros. Por ejemplo, no lo facilita porque en Algeciras hay una sola estibadora de carga y descarga, Paulete, mientras que los atrasadísimos marroquís
de Tánger que nos van a dejar atrás bien pronto tienen dos, puedes elegir y además como cada una tiene bastante más mafis que Paulete se matan por descargarte los camiones a toda prisa mientras que Algeciras bate récords de no descargarte por la noche hasta que sale el sol por el levante.

Pero lo mismo se puede decir de Cartagena, de Alicante o de Valencia, estamos siempre ahí dolorosamente quejándonos que si los americanos no nos dejan mandar las mandarinas, pero teníamos que ser mucho más potentes, quizá no en todos los puertos, pero se tenía que hacer muchísimo más.

Almería ha hecho todo tipo de experimentos porque ha intentado inventar la rueda y la pólvora tres o cuatro veces, aquella señora Cabeo a la que le convencían algunos holandeses que son unos artistas en convencer, que iban a montar una línea con el sistema antidiluviano de poner los palets en bodegas de buques refrigerados.

El caso es que eso no fue para adelante a pesar de bastantes pruebas muy bien intencionadas, el problema es que en esto
estamos dominados por Rotterdam y por Holanda y aquí falta plan de Estado, nunca mejor dicho lo de Estado, para ese ente que tiene por apellido Estado y por nombre Puertos de hacer algo concluyente por la fruta y la verdura española.

Mientras que solo piense que lo suyo llega a poner "a disposición de la sociedad" los puertos irán y vendrán a Berlín como si tal cosa.


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