REVISTA PUERTOS Y NAVIERAS - 05/12/2016
Cosas del Mar.
Orgullo de España.
La aventura del Pacífico tan grande como el descubrimiento de América.
Marinos españoles ilustres.
La conquista del Océano Pacífico o de los mares del sur, es una gesta de España tan poco conocida y ocultada, como para haber logrado por si misma que quizás se haya desvanecido en el tiempo.
El descubrimiento de América se logró a fuerza de pequeños pasos incrementales de conocimiento de las corrientes y los vientos pero indudablemente fue la visión de Cristóbal Colón y de los que le apoyaron, los que produjeron una fractura en la historia, nada fue igual antes y después. Sin embargo, el descubrimiento de las rutas que atravesaron el Pacífico, una gesta de españoles o de portugueses españoles cuando las dos coronas estaban unidas, ha pasado desapercibida, entre otras razones, por el eficaz secretismo de la corona y la marina española para mantener esas rutas ocultas al resto de las potencias.
Tanto fue así, que sólo el descubrimiento de unos manuscritos por un corsario inglés en Manila, lograron trasladar a Europa parte de estos conocimientos.
Tardaron los ingleses dos siglos y la pericia de un capitán y comandante como James Cook, para hacer lo mismo y seguir los pasos a los españoles y atribuirse una serie de descubrimientos que nada menos que dos siglos antes, habían logrado los españoles.
Cuando los ingleses se quedaron boquiabiertos de que Cook volviese de su viaje de navegación a través del Pacífico sin ningún marinero o tripulante enfermo por escorbuto, nadie ha venido a reconocer que los españoles cruzaron tan ancho Océano varias veces, e incluso, con el mismo propósito que Cook, en búsqueda de la tierra Australis, el continente perdido en las Antípodas de Europa, habían realizado incluso los viajes de vuelta al norte de Hawai hacia México.
Si ya era duro para los marinos, dos siglos después, para Magallanes y el cano doblar el cabo de Hornos, cruzarlo a través del estrecho que dio nombre, Magallanes, y después cruzar el Pacífico y volver escoltado por los portugueses desde las Molucas a España, fue una gesta de héroes donde los simples números de que solo llegaron a volver una docena de tripulantes vivos, dan razón de la gesta.
Pero estos descubrimientos fueron a muchos, más relevantes, porque no se pueden atribuir los que llegaron después a la suerte o el incurso ciego de unos muy valientes conquistadores.
Hicieron lo mismo que hicieron los ingleses y franceses dos siglos después, con un propósito claro, buscaron el continente austral que se creía que debería de existir como contrapeso a los continentes europeos del hemisferio norte y, que por tanto, tendrían que estar en las Antípodas, los buscaron bajando con los navíos a latitudes por debajo de los cuarenta dónde incluso, hoy en día, los modernos barcos de competición y regata, se asustan al internarse. Barcos de madera mal acondicionados para el frío y las tempestades fueron el lugar habitual de los españoles y portugueses al servicio de la corte, pero no sólo buscaron, y algunos como Quirós estuvieron a punto de descubrir Australia, sino que bordearon Nueva Zelanda, las Cedridras, y dieron nombre a islas tan grandes como la tercera isla más grande del mundo, Papúa, al identificar a los indígenas con los habitantes de la Guinea Ecuatorial africana. Los españoles además tenían una restricción, que era que al llegar a las Molucas, las islas de la pimienta, no debían de internarse en aguas que el tratado de Zaragoza, después del de Tordesillas, atribuían a la corona de Portugal, de hecho en muchos momentos, fueron exhaustos después de las travesías, apresadas por los portugueses, y algunas veces morían en las cárceles de Ambón, en las Molucas.
Sin embargo, descubrieron las Filipinas, y España logró por fuerte de las mediciones geográficas atribuírselas a ellos, así se inició toda otra ruta de conquista que era lograr volver desde las Filipinas, no dando la vuelta al mundo por la vía de África, sino volviendo a las costas de Nueva España en México o Perú, eso lo intentaron multitud de veces hasta que descubrieron, con gran acierto, la ruta norte que consistía en navegar al norte de las Filipinas, llegar casi a Juan y a las islas del sur de Japón y después girar con los vientos favorables hasta las costas norteamericanas, pasando al lado de Hawaii que los ingleses atribuyen su descubrimiento dos siglos después a Cook pero que clarísimamente fueron avistadas por los españoles y donde seguramente hacían agua.
Los marinos, además, construyeron los barcos al otro lado de México, en la costa del Pacífico, y fue marinos como Alonso de Saavedra que se cree primo de Hernán Cortés o Quirós, los que, hicieron más de una vez, este tornaviaje desde las Filipinas hasta que estas rutas quedaron asentadas. Sin embrago, las rutas desde Chile o Perú y la vuelta se mantuvieron en secreto por los españoles y por la corona para que no fuesen explotadas por el resto de potencias, y así lo fueron durante doscientos años hasta que en un saqueo de la ciudad de Manila logró hacerse Alexander Darlymple con un manuscrito del monje franciscano Escobedo que era un gran geógrafo y donde narraba las latitudes y los puntos de paso de esos viajes facilitando con ello, la navegación de los siguientes marinos como James Cook.
OPINE O APORTE DE INMEDIATO EN NUESTRO NUMERO DE WHASTAPP 699 84 01 52.
SI TIENE INFORMACION CONFIDENCIAL SOBRE ESTE ASUNTO ENVIENOSLA AL CORREO ANONIMO investigacion@logisticaytransporte.es
SI LO QUE QUIERE ES APORTAR UNA OPINION O COMENTARIO SOBRE ESTA NOTICIA DE FORMA ANONIMA HAGALO EN EL FORMULARIO.
PERO SI DESEA QUE SE LE CONTESTE DIGALO EN EL TEXTO Y PONGA SUS DATOS DE EMAIL Y TELEFONO SI NO ES IMPOSIBLE CONTACTAR CON USTED. RECUERDE SI NO PONE SU EMAIL O DATOS COMO NOMBRE Y TELEFONO SU RESPUESTA ES ANONIMA. SI DESEA EL ANONIMATO NO SE IDENTIFIQUE. SI DESEA RESPUESTA ENTONCES PONGA SUS DATOS.
NO PONGA COMILLAS, NI CARACTERES EXTRAÑOS EN SU OPINION. NO LOS COGE EL GESTOR E INTERRUMPE LA OPINION, Y NO LLEGA ENTERA.
