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Coordinadora, el sindicato de estibadores, y Antolín Goya, su jefe, no suelen aceptar las críticas de buen grado. Sorprendió la reacción inicial a la más severa crítica que ha podido caerle al sistema de estiba español, nada más y nada menos que por una sentencia inapelable del Tribunal Superior de la Unión Europea.
Incluso Antolín Goya introdujo alguna nota de humor en la primera reacción ante la sentencia que podría significar, el inicio del desbaratamiento del estatus de sus asociados como trabajadores portuarios.Goya acertó en la clave, tanto humorística como de contención, en una rueda de prensa larga y sin cortapisas.
Decía Freud, que no conocía a nadie con humor que fuese tonto. El padre del psicoanálisis no llegó a desarrollar su teoría, pero evidentemente el que responde con humor a un ataque, todos entendemos que lo hace desde una posición de fuerza o al menos superior.
Acertó plenamente Antolín tras una fuerte Asamblea de Delegados en Madrid, en la que algunos le pidieron una respuesta contundente ante la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la UE.
Algunos dirán que el humor empleado es de color negro, porque Coordinadora suele hacer a pie de muelle, otras cosas, como pareció que ya empezaba a trabajar a bajo rendimiento en alguna terminal el día después de la sentencia.
Antolín no se tapó para decir, a preguntas de los informadores que el 22 hay una reunión de estibadores de Europa en Barcelona convocada, como se ve, con cierta urgencia para decidir una estrategia europea. No dijo más y no hizo falta, pero está claro que Coordinadora va a esperar a estas reuniones europeas, ya que la Comisión al denunciar también a Bélgica y parece ser que a Alemania, ha provocado un frente común de muchos estibadores europeos. Y Coordinadora sabe que una respuesta europea será mucho más efectiva. En Bélgica ya hay conflictos serios en los puertos.
Sin embargo y salvo esta alusión, todas las palabras de Antolín Goya, el coordinador general de los estibadores, fueron de contención. Con sagacidad no quiso, ni de una ni de otra forma, entrar a valorar jurídicamente la sentencia; cuando cuenta con juristas en Canarias tremendamente especializados en el tema de la estiba que, incluso redactaron la posición española ante el dictamen motivado y que en muchos casos han dictado la ley de puertos al mismísimo Llorca y sus abogados del Estado, con plena conciencia del marco jurídico en el que operan.
Los mismos que han redactado los sucesivos Acuerdos Marco y que cuando han juzgado conveniente para su inscripción han borrado de los mismos lo que muy acertadamente sabían que podía acarrear ciertas multas por parte de la Comisión Nacional de la Competencia, y la no inscripción del convenio colectivo como tal por la Dirección General de Trabajo.
En todo momento, Antolín dijo que no les tocaba a ellos valorar la sentencia, en una finta interesante que la envuelve en una nube como si la sentencia no existiera. De hecho, las primeras declaraciones del Coordinador General junto a una veintena de delegados y estibadores de sus zonas; fue en todo momento más contenida que la que parecía respirarse en el ambiente del resto de los presentes; salvo Miguel Rodríguez, responsable de comunicación y factótum también de Coordinadora, que tocó la misma nota de desvalorizar la sentencia y mirar a los próximos días más bien en clave navideña que con alarma.
Las miradas del resto de estibadores eran un tanto más crispadas y alerta, que las que mostraron Goya y Miguel Rodríguez, que impusieron su mensaje de calma y tranquilidad. No sin dejar de lanzar dardos al nuevo presidente de Anesco, Boris Wenzel, al que con astucia aislaron del resto de Anesco en sus críticas.
Con el discurso tan típicamente estibador, Antolín concentró el fuego sobre Boris como si se tratase de un advenedizo desconocedor del sector, al que su propia organización le tenía que explicar los acuerdos que tenían pactados con ellos. Así fue cuando se refirió al convenio de Valencia, que no quiere firmar Wenzel, por no querer incluir en él, las tareas complementarias que, como dijo, Goya ya estaban recogidas en el IV Acuerdo Marco y ya se habían admitido en los convenios de Cádiz y Gijón. Con otra nota humorística vino a decir que a Boris le tenían que explicar los suyos, qué era lo que había firmado porque lo desconocía al recién llegar.
En el aspecto de si se le puede abrir alguna fisura o más bien si Coordinadora dejaría abrir alguna fisura con la sentencia, es decir, en algún puerto o terminal pequeña, en la cual las empresas decidieran emplear a sus propios estibadores o salirse de las Sageps, Antolín anduvo rápido y aunque el clima era distendido y casi navideño, lo atajó diciendo que eso podría no ser importante para Coordinadora en general, pero sí que lo era para el puerto en cuestión del que se pudiese hablar, dejando bien a las claras que no iba a permitir ni ese resquicio de libertad, en esta especie de nuevo régimen tras la sentencia.
El tono relajado que relativizaba la sentencia y la desconocía como tal, o al menos sus efectos, tampoco hizo que bajase la guardia en cuanto a las posibilidades de que alguien utilizase el vació legal entre la norma europea y la falta de legislación por parte de España. Ahí también no dejó de apuntar a que la ley vigente es la española y además incitó en todo momento a que Puertos del Estado y la ministra de Fomento cumpliese con ella a raja tabla. Estrategia clara para disuadir a cualquiera de cualquier movimiento que les apartase de la situación actual.
La nota más plena de humor fue al mencionarle, la oposición sindical que le estaba naciendo en el Frente Portuario, sin mencionarlos dijo que no era partidario del “cyber” sindicalismo, para designar el sindicalismo en la red con el que ha calificado al Frente Portuario.
Aquí fue rotundo al articular un discurso de defensa de su posición o la posición de su Coordinadora en Valencia, mucho mejor articulado que el que hacen desde Valencia. Apelando a la responsabilidad de un sindicato mayoritario y tan importante como el suyo, Antolín descartó como irresponsable y oportunista al resto de opciones.
En suma toda una lección de contención estibadora que para muchos es la mejor exhibición de que Coordinadora mantiene intacto su poder y que está dispuesta a utilizarlo con tranquilidad y en su momento.