REVISTA PUERTOS Y NAVIERAS - 19/09/2014
A vueltas para conseguir más dinero.

La autopista del mar de Gijón parada a la espera del visto bueno a nuevas subvenciones.


La autopista del mar suspendida por LD Lines está a la espera de que Francia y España prolonguen las ayudas de 4 meses a un año más. Ese es el resultado previsible, poner más dinero. Pero todo depende de lograr un arreglo para que las subvenciones no sean declaradas ilegales. El juego de amenazas por la ilegalidad de las ya cobradas amenaza con una nueva denuncia.

Las negociaciones para mantener la línea pasan claramente por mantener las ayudas, algo a lo que España se oponía y en lo que LD Lines es firme: sin ayudas no hay línea.

En ese sentido, se negocia un giro de 180º por parte de España y se ha propuesto a Bruselas que no declare ilegales más ayudas.

Lo que ocurre es que, si las ayudas se mantienen, la Unión Europea tiene que dar el visto bueno a su mantenimiento.

Además, otros navieros como Transfennica -que ya denunció las ayudas en 2010- podrían volver a denunciar la situación. Máxime cuando se ha aireado por José Llorca, el presidente de Puertos del Estado, que LD Lines ha cobrado indebidamente unos 7 millones al aplicárselas a movimientos de pasaje y turismos. Munición para una posible denuncia.

La Comisión de la UE ha sido consultada a ver qué es lo que le parece; difícil tesitura de la que sólo puede salir con algunos equilibrios, quizá reclamar a LD Lines a cuenta de esos ingresos indebidos que siga un tiempo, la idea de Puertos del Estado, a lo que se niega la naviera. Pero eso no augura un resultado cierto dado el enfado de LD Lines que tiene claro que no quiere funcionar sin ayudas, ni a cargo de las ya recibidas. Una cosa es un par de meses y otro un año, como conviene a Fomento.

Los gobiernos -sobre todo el español- están cediendo a la evidencia y aunque Puertos del Estado ha mantenido la estrategia del palo y la zanahoria para ver si LD Lines mantenía la línea un tiempo a cargo de subvenciones recibidas para salvar la cara al menos en el año electoral que se avecina, las realidades jurídicas y económicas están complicando el caso.

Se veía venir con la emergencia in extremis de la reunión de la comisión hispano-francesa de la semana pasada.

La administración española venía exigiendo a LD Lines una solución y ya en julio quedó avisada con el anuncio por parte de la compañía de su cierre. Ahora se sabe que LD Lines ya advirtió hace dos años -en 2012- de la situación.

Las declaraciones del director general de la naviera son reveladoras. La línea, con los precios actuales, sin subvenciones, pierde dinero y Santoni está claro que piensa que subir un 60% los precios (unos 250 o 300 euros) a 800 euros, es imposible. Curiosamente, para cargarse de razón, exhibe unos argumentos curiosos pero ciertos. Y es que el coste del transporte por carretera en vez de subir ha bajado, porque el transporte por carretera se ha rumanizado. Esto de la rumanización, y le echa la culpa al gobierno español y portugués que lo han permitido. 


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